Cruzamos la frontera desde Tailandia en patera y tras atravesar el río Mekong, nos dirigimos hacia el norte del país, para seguir explorando la selva del sudeste asiático.
Pasamos la noche en Luang Nam Tha y a la mañana siguiente viajamos en furgoneta más al norte, a la localidad de Muang Sing, a pocos kilómetros de la frontera con China. A la tarde alquilamos unas bicicletas para inspeccionar la zona, con los siguientes resultados: una bicicleta rota en un camino perdido de la mano de dios y una rueda pinchada volviendo 2 en una bici. Lo mejor de todo fue que tuve que volver en moto con el dueño a recuperar la bici que habíamos dejado atada a un árbol y... volver en la bici remolcado por la moto!
Al día siguiente, un trekking guiado por los alrededores de Muang Sing, donde visitamos numerosos poblados habitados por tribus Akha, que hasta hace unas decadas se dedicaban al cultivo de opio y vivían en los bosques entre Laos y China.
Nuestro siguiente destino era Luang Prabang, pero el viaje no iba a ser un camino de rosas. Volvimos a Luang Nam Tha en furgoneta con la intención de coger un autobús hacia el sur esa misma tarde. Tras 2 horas de espera en la estación de bus, sin la certeza de poder llegar a Luang Prabang ese mismo día (las taquillas estaban cerradas), ya de noche llego un autobús repleto que se dirigía hacia nuestro destino.
Cuando digo repleto quiero decir que las mochilas no cabían en el maletero e iban en el techo, donde tambien había una moto. En el pasillo del bus iba gente sentada en taburetes de plástico, uno en una nevera, uno llevaba una sandia de 15kg y en la parte de atrás del pasillo una docena de sacos de arroz. Que dónde nos tocó viajar? Pues nada menos que sobre los sacos de arroz. Nada más acomodarnos, unos chilenos que iban al lado nos consolaron contándonos que en lo que llevaban de trayecto, el bus había pinchado 2 veces y había parado otra más porque se había recalentado el motor. Nos esperaba un maravilloso viaje nocturno de 11 horas por una carretera llena de curvas y a medio asfaltar.
A las 6 de la mañana llegamos por fin a la ciudad Patrimonio de la Humanidad, Luang Prabang. Pese al duro viaje y mientras mis colegas descansaban en un albergue, tocaba perderse por los templos de la ciudad y pasear a orillas del Mekong. Los monjes budistas vestidos con sus túnicas naranjas y los templos de esmeralda y oro salpicados por toda la ciudad le dan a Luang Prabang un encanto especial.
A unos 30km de Luang Prabang, se encuentran las cataratas de Kuang Si. Un agradable paseo en bicicleta, esta vez en mountain-bike (no queríamos más sustos), nos condujo al lugar en cuestión, un pequeño parque nacional con una serie de cataratas y pozas de agua transparente donde poder bañarse y saltar a lo Tarzán desde lo alto de un árbol. Tiempo para la diversión!
Proseguimos hacia el sur, hasta la localidad de Vang Vieng. El hecho de llegar a las 3 de la mañana y ver que aún había vida en los bares del lugar, era un fiel indicativo de lo que nos ibamos a encontrar allí. El pueblo está situado en la ladera de las montañas, junto a un río, y la principal atracción turística consiste en alquilar unas colchonetas con forma de donut, coger un tuk-tuk (los taxis de por aquí) 3km río arriba y dejarse arrastrar por la corriente hasta el pueblo. La duración del viaje depende de las paradas que hagas en los múltiples bares plagados de guiris que hay a lo largo del recorrido. Nosotros ni siquiera acabamos el trayecto hasta el pueblo y tuvimos que coger un tuk-tuk de vuelta :-) En los bares había toda suerte de tirolinas, toboganes y columpios para arrojarte al río. De lo más apropiado para situción! Menos mal que nosotros somos tíos sensatos y que apenas bebemos un par de cervezas...
En Vang Vieng nos volvimos a juntar con Alberto, que ha decidido acompañarnos hasta Hanoi. Por si me hiciera falta motivación, Alberto como buen andaluz y buen español, está siempre dispuesto a tomar unas birras allí donde haya fiesta. Así que las noches han empezado a ser un poco más largas, jeje.
Desde Vang Vieng emprendimos un viaje de 24h hasta las 4.000 islas, al sur de Laos. Esta vez nos permitimos el lujo de viajar en 'Sleeping Bus', un autobús VIP en el que en lugar de un asiento tienes un colchón de 40cm de ancho. Por lo menos vas tumbado!
Las 4.000 islas (Si Phan Don en lao) es una ramificación del Mekong que resulta en una infinidad de pequeños islotes y unas cuantas islas un poco más grandes. Nosotros decidimos quedarnos en la isla de Don Khone, algo más tranquila que la vecina Don Det donde se encuentran la mayoría de albergues, bungalows y bares. En Don Khone, nos bañamos bajo las cataratas de Somphamit y cogimos un bote por el Mekong para ver los 'delfines beluga del río Irrawaddy' al atardecer. En Don Det, disfrutamos de una velada alrededor de una hoguera en la playa.
La última parada en Laos fue en las cataratas de Khone Phapheng, las de mayor extensión de todo el sudeste asiático.

Con que poco se puede disfrutar de la vida, y disfrutar a tope, porque una experiencia nueva cada día, en cada aldea, camino o paisaje, no envídia para nada la visión de avatar, una piscina en verano, un móvil de última generación o la posesión de un gran coche, y es que las pequeñas cosas son las que nos hacen grandes.
ResponderEliminarY que recuerdos me traen tus relatos, sin ir mas lejos, aquí
http://2.bp.blogspot.com/_-yfTdRLeSw4/S5Za2hkTypI/AAAAAAAAAJI/JKHk3WYBZvE/s1600-h/North+Laos+%285%29.JPG
pareces a Carlos, llevando a Pancho en "verano azul"
Encuanto al tema de las xicas, ya veo que estás en la fase de hacer amigos ( si son andaluces mejor) y tirarte al alcohol como hemos hecho todos, jeje.
Por cierto, cuantas cervezas llevabas aqui?
http://2.bp.blogspot.com/_-yfTdRLeSw4/S5ZezKQJwoI/AAAAAAAAAKY/rYSCN-hKBGg/s1600-h/Van+Vieng+%288%29.JPG
Para que luego digas que interpreto mal las fotos, joio, si es que tengo un octavo sentido.
Pasarlo bien monstros.
me alegro de saber de ti y de corroborar que lo pasas genial, sigue así guapo y manda mas fotos que es genial poder conocer todos esos sitios a través de ti.
ResponderEliminarun musu y cuidate
Hostia, el Mekong, ¡mítico de todas las pelis de Vietnam! Pero antes de cruzar la frontera y ponerte a matar charlis dedícate a hacer un par de boquetes en el suelo, que en Laos es donde encontraron a Roldán, y los millones siguen sin aparecer.
ResponderEliminarUrKiXo
Como pasa el tiempo! por si no os habéis dado cuenta, ya llevais 2 meses dando vueltas por el mundo ¡cuantas experiencias!
ResponderEliminarMe alegra saber de tí, que todo va bien y seguís disfrutando! Y me encanta ver las fotos, como dice Maite: manda más.
Un abrazo y un beso muy fuertes.
Nieves.