viernes, 16 de abril de 2010

Mi escapada a China: destino Guilin (parte I)

El dia de Jueves Santo estabamos de vuelta en Hong Kong, con 5 dias por delante antes de nuestro vuelo a Australia. Todo parecia indicar que iban a ser unos dias tranquilos en Chungking Mansions, visitando lo que nos faltaba en Hong Kong, sin demasiado estres.

Sin embargo, el viernes algo me hizo cambiar de opinion. Hong Kong no me ofrecia lo suficiente como para llenar los siguientes 4 dias de mi viaje y desde luego no era el lugar idoneo para relajarse; llevaba 2 meses y 23 dias viendo los dos mismos caretos noche y dia; y en mi pasaporte tenia un visado para China que no estaba dispuesto a desaprovechar. Era el momento de vivir alguna aventura en solitario.

Tras una breve consulta en Internet y en la estacion de tren de Hong Kong, el destino estaba fijado: Shenzhen y Guangzhou, las ciudades mas proximas, no parecian tener nada especial a parte de un monton de chinos y las atracciones caracteristicas de una gran ciudad; Guilin, un tanto mas alejada pero situada en un entorno natural mas llamativo, era el destino elegido. El plan era sencillo, metro hasta la frontera con China, tren de Shenzhen a Guangzhou y tren nocturno a Guilin. El domingo a la mañana estaria en uno de los lugares mas pintorescos del sur de China.

En mi ultima noche en Hong Kong, fui a ver el espectaculo de luces que cada noche ofrecen los rascacielos de Victoria Harbour y me fui a dormir con la emocion de un niño que al dia siguiente empieza la escuela.

El sabado tocaba madrugar para coger el metro hacia Shenzhen. Al llegar a la ultima estacion, una autentica estampida de chinos se bajo del tren, rumbo a la aduana. Ya tenia el sello de China en mi pasaporte, pero lo que me esperaba al otro lado de la frontera iba a resultar un tanto desalentador. De repente, como por arte de magia, los chinos se habian reproducido y se habian multiplicado por mil, ya no habia un alma occidental. Pero lo peor de todo era que todas las inscripciones en ingles habian desaparecido y ahora solo podia interpretar los numeros y las M de los McDonald's.

Al entrar en la estacion de tren y ver el tablon de salidas (que bien podia ser el de llegadas) lleno de letras chinas, me entraron ganas de coger el metro de vuelta a Hong Kong. Asi que decidi solicitar ayuda a la amable gente que no me entendia absolutamente nada y enseguida comprendi que no iba a resultar facil encontrar a alguien que hablase (o al menos entendiese) algo de ingles. Que sensacion de abandono! Acabe haciendo una de las interminables colas y arreglandomelas para sacar un billete con destino a Guangzhou.

En un par de horas estaba en Guangzhou y esta vez, sabiendo como iba el tema, me puse directamente en la cola de una de las ventanillas. Cuando llego mi turno... el tren de noche a Guilin estaba completo! No tenia tiempo para esperar al dia siguiente, asi que empece a plantearme visitar unicamente Guangzhou y Shenzhen, aunque la idea no me apasionaba en absoluto. Afortunadamente, me informaron de que podia llegar a Guilin en autobus, asi que me apresure a la estacion de metro. Si! Las paradas del metro estaban escritas tambien en ingles! Primer golpe de suerte. Me baje en la unica 'Coach Station' que habia y me dirigi de nuevo a las taquillas, entre una horda de chinos que ahora se cobijaba de la lluvia.

Parecia que mi suerte empezaba a cambiar: habia un bus a las 8PM casi a mitad de precio que el tren. El plan seguia en pie y tenia 6h para descubrir Guangzhou.

No tenia ni idea de lo que ver en Guangzhou, asi que decidi coger un bus urbano cualquiera y bajarme donde me pareciese ver algo interesante, ya que ponerme a preguntar o intentar averiguar algo era una ardua tarea que no estaba dispuesto a realizar. Al de un rato consegui hacerme con un mapa de la ciudad, eso si todas las calles estaban en chino, con lo que tuve que empezar a interpretar de alguna forma esos signos tan extraños.

Despues de dar con alguna pagoda, torre, estatua y demas monumentos en mi ruta por las calles de Guangzhou, decidi probar suerte con la cocina cantonesa antes de poner rumbo a Guilin. Para elegir mi cena, no me quedo otra que escoger de una lista de platos en chino donde todos valian lo mismo (el precio era lo unico que entendia). Fue divertido y seguro que adivinais lo que acabe cenando: arroz!

Asi acababa un dia duro, lleno de desavenencias, y tenia por delante 11 horas en autobus hasta Guilin.

2 comentarios:

  1. Jon, aqui escribiendote por fin el hijo de jotac jajaja.
    Ya recibimos tu postal de Camboya y nos dio mucha envidia (eso sí, sana..) el verte paseando por todo el mundo un añito y nosotros aqui sin movernos de Logroño jajaja.
    Así que todo esperamos que te lo pases muy bien durante el viaje y ya quedaremos un dia para que nos lo cuentes y nos enseñes fotos de todos los sitios que has visitado que deben de ser la bomba.
    Prometo pasarme por el blog a ponerte mas mensajes que ya me voy leyendo tu itinerario de viaje y es muy interesante.
    Sigue pasándotelo bien que a la vuelta te vamos a dar mucho la paliza.
    Un abrazo.

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  2. Jon!!!!!!

    Pero qué lanzado eres!!! Kalimero por la vida!!! Tan desesperado por ver las mismas caras??!! Tan feos te parecen???!!!

    De todas formas, qué miedito sin entender nada. Un poco agobio. De todas formas espero que hayas visto Guilin y estés sano y salvo!!

    Besotes

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