Mis ultimos días en México fueron increíbles. Desde Mérida me dirigí al norte de la península del Yucatán para llegar en lancha hasta Isla Holbox. Esta tranquila isla se encuentra en el límite entre el Golfo de México y el Mar Caribe, y en ella parece como si el tiempo se detuviera y la vida transcurriese a cámara lenta, en sus calles de arena transitadas por bicicletas y carritos de golf.
Allí pasé unos días con Juliana, Marie y Antoine, 3 nuevos amigos muy buena onda. A parte del relax de la playa caribeña y los paseos por la isla luchando contra los mosquitos, Holbox nos dejó momentos de esos que se recuerdan toda la vida.
El día más espectacular, en el que cumplía 6 meses de viaje, comenzó con una excursión en barca en busca del tiburón ballena. Tras un par de horas de travesía, llegamos al punto donde merodeaban estos majestuosos animales, los peces más grandes del mundo. Zambullirte con tu equipo de esnórquel y ponerte a nadar junto al gigantesco bicho resulta sobrecogedor. Estás tan cerca de él, que de un momento a otro esperas recibir un coletazo. Desde la cola no eres capaz de divisar más que su aleta central y cuando te apresuras a nadar para remontar los 12m de longitud del animal y te encuentras cara a cara con él, te sientes un ser realmente insignificante.
De regreso a la isla disfrutamos del soleado dia, bañandonos en las cristalinas aguas y apreciando el entorno lleno de vida, desde las caracolas que atrapabamos en el fondo hasta los flamencos que parecian caminar sobre el agua.
Y para culminar el dia, a la noche descubrimos algo indescriptible. Una de las mejores experiencias de toda mi vida. Buscamos la oscuridad de la noche, alejandonos de los bares de playa por la orilla, hasta tener como unica luz a la luna. Ese era el punto! Sin dudarlo nos metimos al mar, adentrandonos paso a paso, hasta que cada uno de nosotros empezo a verse envuelto por un aura. No podiamos creerlo! Nos zambulliamos una y otra vez, desprendiendo luz en cada movimiento. Todo nuestro cuerpo brillaba bajo el agua, y al salir a la superficie pequeños puntos de luz se aferraban a la piel, como estrellas en el firmamento. Era plancton fluorescente, un fenomeno de la naturaleza que por alguna razon hace que al agitarse, este brille con gran intensidad. Desconozco la explicacion cientifica exacta, pero aquella noche me senti como un niño capaz de hacer magia.
Al dia siguiente, otro gran momentazo. Y es que no todos los dias se gana un campeonato del mundo. En el Tribu Hostel todo estaba preparado desde buena mañana. A las 13:30 hora local, daba comienzo el encuentro, la gran final. En el bar del hostal los holandeses ganaban en número a los españoles (yo y 2 chicas de Barcelona que estaban viviendo en la isla), pero en la barra corría más la sangría que la Heineken. Al contrario que en el terreno de juego, el ambiente era distendido entre los de la Naranja Mecánica y la Furia Roja. Mediado el 2º tiempo, las existencias de sangría se habían agotado y, por petición popular, se dió paso al kalimotxo.
Con la prórroga creció la tensión y cuando ya parecía que todo se iba a decidir en los penales, llegó la explosión de emociones con el gol de Iniesta. Después de un sinfín de abrazos y enhorabuenas (de franceses y alemanes que se habían quedado por el camino), me vi recibiendo una réplica de la copa del mundo, llena de kalimotxo; y a partir de ahí los recuerdos empiezan a ser menos nítidos. Sólo puedo decir que fui el último en salir del bar, con la copa por supuesto, y que no la solté en el resto del día. Bañándonos en la playa, cenando, en los bares... la copa fue portando kalimotxo, cerveza, tequila... y de vez en cuando algún francés se animaba a alzarla al grito de "yo soy español!". Pobrecillos... jajaja! Un abrazo Antoine!!!
Así me despedía de México, el país en el que más tiempo he pasado en los últimos 6 meses, con una mezcla de añoranza y de inquietud por descubrir los países que tenía por delante.
Ainssss!!! Qué preciosidad!!!
ResponderEliminarLa verdad, fue un partidazo!!! Todos con el culo prieto hasta el final!!
Espero que lo vivieras a tope, aunque estuvieras allí!!
Besitos
hola Jon!
ResponderEliminarque ganas teniamos de leer nuevas experiencias, que estabamos un poco desconectados de ti ;)
me alegro que todo siga de maravilla y con muchas ganas, veo que eres incansable.. jeje
estoy deseando que me cuentes un monton de historias que, evidentemente, aqui no acabarias nunca de escribir. asi que, te espero a la vuelta!!! :p
aqui estaremos mientras tanto, disfrutando de nuestro humilde verano como buenamente se pueda xDD
un besuuu muy gorduuu!!!
Inés.
Como si la vida rutinaria no fuese dura, aquí trascurre la vida a cámara rapida, con las calles llenas de locos que van en carros.
ResponderEliminarY porque no se alargó más el partido de la final, sino acaba todo el mundo bebiendo pacharán.
Tanta playa se te está poniendo cuerpo de guiry, un abrazo campeón.